La contaminación del aire y su impacto en la salud

LA CONTAMINACIÓN Y SUS EFECTOS EN LA SALUD

COMITÉ ECOLÓGICO INTEGRAL

El día 17 febrero 2022,  las estaciones del Sistema Integral de Monitoreo Ambiental se pintaron de  rojo y morado, indicando una calidad de aire “Muy Mala” y “Extremadamente Mala”.   Si bien es cierto que cada vez es más común escuchar o leer sobre la calidad del aire (o la mala calidad)  en nuestra ciudad,  todavía hay mucho que hacer para socializar el impacto en nuestra salud por respirar aire sucio, conocer las medidas necesarias a realizar de manera oportuna para protegernos y, más importante, implementar planes contundentes para resolver esta problemática.

La mala calidad del aire es uno de los principales problemas de  salud pública en todo el mundo, incluso mayor que enfermedades como el SIDA, la malaria, la diabetes,  la tuberculosis o el tabaquismo.

La Organización Mundial de la Salud estima que una de cada nueve muertes en el mundo es resultado de condiciones relacionadas con la contaminación atmosférica (WHO, 2016).  Alrededor de 7 millones de muertes anuales son consecuencia de respirar aire contaminado. 

El centro Internacional de Investigaciones sobre el cáncer  de la OMS (2013) determinó que el material particulado en el aire contaminado está estrechamente  relacionado con la creciente incidencia del cáncer, particularmente de pulmón.  

Otros padecimientos relacionados  a la mala calidad del aire son cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas,  infecciones respiratorias agudas, etc.

El efecto nocivo de los contaminantes en el aire es particularmente dañino para la población infantil, cuyos órganos apenas están desarrollándose.  Los niños respiran  entre 2-3 veces más rápido que los adultos, absorbiendo mayor cantidad de  contaminantes.   Por otro lado, debido a que  respiran más  cerca del nivel del suelo,  donde los contaminantes tienen sus concentraciones máximas,  el efecto  resulta   más nocivo para ellos.    

Se calcula que el 93% de los niños alrededor del mundo están expuestos a niveles de partículas finas superiores a las guías de calidad del aire sugeridas por la  OMS.  Nuestros niños de la Zona Metropolitana de Monterrey, son parte de esta estadística.

Las normas de salud mexicanas  permiten hasta 3 veces más contaminantes que los niveles recomendados por la OMS.  Aún teniendo normas bastante laxas,  durante el 2021 más del 60% de los días, el aire en la Zona Metropolitana de   Monterrey  sobrepasó   los niveles  de  la  normativa mexicana.

¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE?

Los contaminantes son gases, vapores y partículas suspendidas en el aire que se originan  por 2 tipos de fuentes:

FUENTES BIOGÉNICAS, son procesos naturales como erosiones, incendios forestales, erupciones volcánicas, descomposición de la vegetación, tormentas de polvo,etc.

FUENTES ANTROPOGÉNICAS  relacionadas con  las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles: carbón, gas, petróleo y derivados.  Es resultado de la forma cómo nos transportamos, cómo producimos los productos que consumimos y cómo operamos nuestros hogares,  los centros de trabajo y nuestras ciudades.  Existen  3 tipos de fuentes antropogénicas:  fijas (fábricas), móviles (Transporte) y fugitivas (construcciones, demoliciones, etc).

¿CUÁLES SON ESOS CONTAMINANTES DEL AIRE Y CÓMO IMPACTAN A NUESTRA SALUD?

A)   Material Particulado (PM2.5 y PM10):  Son partículas muy  finas suspendidas en el aire y presentes principalmente en zonas urbanas.  Estas provienen de centrales térmicas, procesos industriales, tráfico de vehículos, quema de residuos y cultivos,  la combustión residencial de leña  y carbón e incineradores industriales. Se dividen en 2:

PM10:     partículas de menos de 10 micrómetros de diámetro que pueden inhalarse y       acumularse en el sistema respiratorio.

PM 2.5:  son partículas muy finas de menos de 2.5 micrómetros de diámetro y son las más peligrosas para la salud, ya que por su tamaño,  pueden penetran profundamente en nuestro sistema respiratorio y circulatorio, dañando órganos vitales como pulmones, corazón y cerebro.

B)   Monóxido de carbono (CO):   Es un gas producto de la combustión incompleta de los combustibles, al existir una cantidad insuficiente de oxígeno forma   CO. El 80% de estas emisiones en la atmósfera proviene de los vehículos a motor y los procesos industriales. También  se producen al interior del hogar por la combustión de leña para calefacción, cocinas, humo de cigarrillo y calentadores.    El principal daño a la salud se da porque el CO sustituye al oxígeno en la sangre formando la carboxihemoglobina (COHb),  que disminuye el transporte de oxígeno  a órganos vitales, provocando una disminución de las funciones neuroconductuales, menor peso en niños recién nacidos y retardo en el desarrollo postnatal.  En altas concentraciones puede causar cambios fisiológicos y patológicos, incluso la muerte.   Es un gas asfixiante.

C)      Óxidos de nitrógeno (NOx): Estos gases se producen durante el quemado de maderas y combustibles fósiles, como gasolina, carbón y gas natural.  Los vehículos a gasolina, y particularmente a  diesel, son los mayores emisores de este contaminante.

El Dióxido de nitrógeno puede reaccionar con la humedad en la atmósfera y  formar ácido nítrico, un agente corrosivo que incluso puede detener el crecimiento de las plantas.

Los NOx generan en la población, problemas respiratorios, enfermedades en pulmones y bronquios, mayor susceptibilidad a infecciones, daño celular, irritación ocular y pérdida de las mucosas.

D)      Óxidos de azufre (SOx):  Son producto de la combustión de combustibles fósiles, principalmente derivados del petróleo y carbón. La principal fuente antropogénica del SO2 es la combustión de fósiles que contienen azufre usados para la calefacción doméstica, la generación de electricidad y los vehículos.  Al combinarse con el agua, el SO2 se convierte en ácido sulfúrico,  y forma la llamada  lluvia ácida que favorece  la deforestación.

Estos gases pueden alterar el funcionamiento de los bronquios, producir daño pulmonar y a las vías respiratorias, irritación ocular y paros cardíacos.    La mortalidad y los ingresos hospitalarios por cardiopatías incrementan en los días en que los niveles de SO2 son más elevados. 

E)      Ozono (O3):  Es el  principal componente del smog y uno de los más fuertes agentes oxidantes, no debe confundirse con la capa de ozono en la atmósfera superior, que es buena y nos protege de la radiación solar.   En la tropósfera  (la capa más próxima a la superficie),  el ozono se produce principalmente por la reacción de las emisiones de óxido nítrico (emanadas por automóviles o la  industria),  al exponerse a la luz solar.   Las mayores concentraciones  de ozono se dan durante la primavera-verano  y en las horas cercanas al mediodía, cuando la radiación es más alta.

Los efectos de este gas en la salud de la población son:  tos, dolores de cabeza, irritación de ojos, nariz y garganta, incremento de la mucosidad, cierre de las vías respiratorias, dolores de tórax, languidez, malestar,  náuseas y asma.

Bueno y,  ¿qué podemos hacer?   Es difícil escapar a la contaminación del aire, está a nuestro alrededor.  La mayoría de las fuentes de contaminación atmosférica  están mucho más allá del control individual  (sin dejar dejar de reconocer que apagar el auto, compartir trayectos en carpool, optar por caminar o andar en bicicleta, etc, ayuda), lo cierto es que su impacto es marginal.  Se  requieren  soluciones sistémicas y la voluntad de los grandes tomadores de decisiones (Gobierno e industria) para  impulsarlas. 

Existen ejemplos alrededor del mundo de políticas exitosas para reducir la contaminación del aire como  invertir en  opciones de transporte menos contaminante,  ofrecer alternativas de movilidad sustentable, segura e inclusiva (ciclovías, banquetas),   asegurar combustibles de bajas emisiones,   definir planes de desarrollo urbano  que consideren la eficiencia energética en todo sentido, favorecer la generación eléctrica de fuentes renovables, fomentar la utilización de tecnologías limpias en la industria,  impulsar planes integrales de gestión de residuos urbanos con estrategias para reducir, separar, reciclar y reutilizar desechos, son algunos ejemplos.

Queda claro que estas soluciones no son inmediatas, en el inter, es importante también estar informados sobre la calidad del aire que estamos respirando, sobre las implicaciones en nuestra salud y las recomendaciones y medidas a tomar en lo colectivo  y en lo individual, para protegernos y disminuir el impacto nocivo de respirar aire sucio.

Te invitamos a conocer el sistema Estadístico de calidad de Aire del CEI y a seguir nuestras redes sociales para estar enterado de las condiciones del aire en nuestra ciudad. 

FUENTES

www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ambient-(outdoor)-air-quality-and-health 

www.who.int/es/news/item/29-10-2018-more-than-90-of-the-world’s-children-breathe-toxic-air-every-day#:~:text=Una%20de%20las%20razones%20por%20las%20que%20los,cuerpo%20y%20su%20cerebro%20aún%20se%20están%20desarrollando

https://mma.gob.cl/wp-content/uploads/2018/08/Guia-para-Docentes-Sobre-Calidad-del-Aire-003.pdf

https://www.gob.mx/cofepris/acciones-y-programas/3-efectos-a-la-salud-por-la-contaminacion-del-aire-ambiente